Descripción

De cara al río y situado al lado de donde se encontraba el antiguo puente de Barcas (para poder cobrar los impuestos de las mercaderías que bajaban por el Ebro), se puede contemplar la antigua sede de la Diputación del General (o Generalitat), un señorial y monumental edificio de grandes dimensiones. El de Tortosa fue el primero de los palacios de la Generalitat que se construyeron fuera de Barcelona. Es igualmente, uno de los edificios característicos y perfectamente alineados que forman la fotografía histórica de la fachada fluvial de Tortosa.
Este lugar constituía el antiguo lugar de paso del Ebro en su comunicación con el Mediterráneo, y era la entrada por el poniente de los caminos de Valencia, el Parque Natural dels Ports y Zaragoza, además de ser un de los puntos de anclaje del histórico puente de Barcas. Fue construido a finales del siglo XVI con piedra de Flix, como tantos otros edificios principales de Tortosa.
Aquí tuvo su laboratorio, en el siglo XIX, el bacteriólogo de Corbera de Ebro, el Dr. Jaume Ferran i Clua. Personaje heterodoxo e inquieto, fue una de las figuras científicas y de investigación aplicada destacadas que habitaron en la ciudad durante el primer cuarto del siglo XX.