Descripción

El fortín ocupa la colina meridional que dominaba la ciudad. Su situación le permitía dominar un amplio sector inmediato a la ciudad por el sur, al mismo tiempo que se comunicaba, mediante una doble caponera con los sistemas defensivos de la colina del Sitjar al norte de los cuales le separa un barranco.

Construido una vez conquistada la ciudad en la guerra de Sucesión Española, por orden del Duque de Orleans, del cual recibe el nombre, se ha mantenido con su configuración original. La construcción, sobre vertientes escarpados y de difícil acceso, tiene una función estratégica similar al fortín de Tenasses, en el norte de la ciudad, si bien este domina un espacio más restringido.

La estructura defensiva, excelente modelo defensivo de la época, está formada por dos baluartes de planta pentagonal de inspiración francesa (el primero contiene un reducto fortificado), un foso (en la parte más vulnerable que da al altiplano) y un camino cubierto que refuerza la pared exterior destinada a la primera defensa por tropas de infantería. Aspilleras, troneras, cisterna, polvorín, camino de ronda o una viguería de las antiguas dependencias constituyen un espacio abierto para entender las características de las fortificaciones de la época.

Esta fortaleza jugó un papel muy importante en la defensa de la ciudad durante el asedio en la Guerra de la Independencia, en el año 1810.